CUIDADO DE LA PIEL DE LA CARA.
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La piel de la cara está especialmente expuesta a diferentes agresiones externas: los rayos solares, el frío, el viento, la humedad excesiva, el humo, el polvo e incluso la utilización de cremas en mal estado (caducadas, sin homologar).
La ingesta de alcohol, una alimentación desequilibrada y el consumo de tabaco son también perjudiciales para el buen estado de nuestra piel.
Los efectos de todos esos agentes sobre el rostro son diferentes según el tipo de piel de cada persona. Las pieles grasas están más protegidas, precisamente porque la grasa hace de protector o aislante. Las pieles secas resisten peor los efectos de esos agentes y se resienten y deterioran más, provocando más rápidamente una posible descamación y envejecimiento.
Teniendo en cuenta cada tipo de piel y sabiendo que en la farmacia hay una amplia gama de cremas y productos para cada caso, lo primero será elegir el tipo de crema adecuado y procurar seguir estas pautas:
Limpiar y tonificar el rostro.
Conviene limpiar y tonificar el rostro dos veces al día, a la mañana antes de aplicar la crema hidratante de día ; a la noche, con más detenimiento si se ha utilizado maquillaje, se limpiará antes de extender la crema de noche. Dejar la cara perfectamente limpia e hidratada antes de ir a dormir es fundamental para que la piel se reponga y se revitalice durante nuestro descanso.
Hidratar.
Con la crema adecuada conviene aplicar una hidratante por la mañana, después de limpiar y tonificar el rostro, y otra crema de noche después de realizar la limpieza facial. Si durante el día hay actividades como baños, jacuzzi, playa…conviene rehidratar también la piel al finalizar la actividad y tras la salida del agua.
Exfoliar.
Es una limpieza más exhaustiva para eliminar las partículas de suciedad que están a mayor profundidad. Es conveniente realizarla dos o tres veces por semana para que la piel esté bien limpia y preparada para la hidratación que diariamente aplicamos.
Aplicar protector solar.
Siempre que se vaya a estar un rato en el exterior, incluso en el jardín, terraza o balcón de casa es necesario aplicar protección frente a los rayos UV y así protegeremos la piel frente a posibles quemaduras y frente al envejecimiento. El factor de protección solar ha de ser el adecuado a cada tipo de piel y resulta una buena idea consultar a su farmacéutico.
Utilizar una mascarilla reparadora.
Es conveniente por sus aportes en hidratación y protección. Revitaliza la piel, tiene efecto calmante y regenerador. Es interesante preguntar en su farmacia y utilizar la que resulte más apropiada.
No maquillarse en exceso.
En verano, sobre todo, hay que utilizar el maquillaje en menor medida, en todo caso es mejor elegir un maquillaje ligero y recordar limpiar bien antes de dormir para que la piel se sienta más libre y respire. Tras la limpieza facial lo ideal es aplicar la crema de noche para conseguir una perfecta reparación.
