LA HIDRATACIÓN DE LA PIEL EN VERANO
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En verano… ¡por fin! Nos alegra mucho el buen tiempo, salimos más de nuestra casa, estamos en contacto con la naturaleza, la luz nos aporta alegría y vitalidad, en general es una de las épocas preferidas por todos nosotros pero… es cuando más atentos debemos estar al cuidado de la piel.
Estar en la playa, en el monte o en la calle más tiempo, estar en contacto con el sol, el agua, la arena; estar en lugares de mayor altura, como sucede en las excursiones a la montaña… todos esos agentes externos si no nos cuidamos y protegemos adecuadamente pueden perjudicarnos de manera intensa y provocar desequilibrios en nuestra piel.
Aunque por la actividad veraniega no sigamos con total rigor las rutinas del cuidado de la piel que habitualmente hacemos, vamos a tener en cuenta lo esencial: HIDRATAR BIEN LA PIEL, por supuesto sin olvidar un estilo de vida y alimentación saludables.
Dentro del estilo de vida y alimentación recordaremos la importancia de tomar agua (8 / 10 vasos al día), comer sano siguiendo una dieta de alto contenido en frutas y verduras que también nos aportan agua y procurar hacer ejercicio o deporte adecuado para cada situación personal y dar importancia a los momentos de descanso e intentar mantener la rutina y tiempo para el sueño reparador.
CÓMO CUIDAR LA PIEL CORRECTAMENTE EN VERANO
Vamos a presentar unas indicaciones necesarias para el cuidado de la piel, lo haremos en varios apartados teniendo en cuenta las peculiaridades, en cada caso. En este, trataremos de la hidratación general del cuerpo.
En otros de nuestros artículos podrás encontrar las indicaciones necesarias para hidratar la cara, los labios, las manos y los pies.
CUIDADO DE LA PIEL CORPORAL
A veces, por las prisas, por la necesidad de acudir al trabajo o en vacaciones por el deseo de salir pronto para disfrutar del aire libre y del sol dejamos un poco de lado la hidratación corporal.
Hay que tomar como rutina ciertas pautas recomendables para que la piel se encuentre en un estado saludable.
Señalaremos algunos aspectos necesarios:
Ducharse adecuadamente.
Significa utilizar agua que no esté caliente, mejor ligeramente templada y si es posible se puede ir bajando la temperatura hasta donde podamos aguantar. El tiempo de la ducha ha de ser breve, nunca más de 10 minutos.
Utilizar un jabón neutro y suave.
El jabón no ha de llevar perfumes, alcohol u otros componentes que puedan resecar la piel.
Secar el cuerpo con suavidad.
No es conveniente un secado enérgico ni arrastrar la toalla sobre la piel. Es mejor secar suavemente, dando unos leves toques, a modo de ligeras palmaditas con una toalla suave.
Hidratar después de la ducha.
Elegir una crema hidratante adecuada al tipo de piel y utilizar siempre después de la ducha. Para ir al exterior, a la playa, piscina, montaña…debe aplicarse un protector solar 30 minutos antes de salir de casa. Puede aplicarse una crema hidratante que ya lleve incorporada la protección solar.
Hidratarse con agua.
Beber agua de modo abundante (8 / 10 vasos al día) es muy recomendable en verano, ya que el cuerpo tiende a deshidratarse más.
Vestir de modo conveniente.
Utilizar prendas ligeras, de tejidos naturales como el algodón, para que la piel pueda transpirar mejor. Cubrir la cabeza con gorros o sombreros y utilizar gafas de sol para evitar que esas zonas sufran daños por estar expuestas a los rayos UV.
Otra ducha después de la jornada.
Después de volver de la playa o de pasar el día fuera conviene ducharse y volver a hidratar el cuerpo.
¿Dos duchas todos los días en verano?
No son necesarias. Si por la mañana se siente limpio, es suficiente con hidratar la piel y aplicar protector solar para iniciar su nueva jornada de vacaciones.
